domingo, 4 de diciembre de 2011

Actuacion Festival

ACTUACIÓN DE TROPA
Mago (Dirigiéndose al público)
- Me han dicho que tengo que contaros una historia bonita… (Empieza a buscar entre unos libros, va seleccionando algunos y se los va poniendo a su ayudante en las manos. Al final está tan cargado que se caen todos al suelo). ¡Pero qué catástrofe! Déjame que te ayude (No le está regañando, sólo le ofrece ayuda). Voy a usar un truco de magia para reordenar los libros rápidamente…
Al realizar el truco, todos los demás personajes aparecen y se empiezan a mover a cámara lenta por el escenario, para ir aumentando el ritmo poco a poro, hasta acabar corriendo, cogiendo libros y cambiándolos de sitio, ordenándolos de manera aleatoria. Van susurrando cosas, que según aumenta el ritmo van convirtiéndose en gritos. Cuando todos los libros están de nuevo apilados, desaparecen rápidamente.
Mago (Coge el primer libro de la pila, y comienza a leer. Mientras se va leyendo el cuento, los personajes van apareciendo y representando lo que se lee)
- “Erase una vez que se era, una bella dama con la piel blanca como la nieve, y el cabello oscuro como la noche profunda. Todo el mundo sabía que Blancanieves era la más hermosa del reino, y esto enfadaba muchísimo al Lobo”
Ayudante (extrañado)
- Creo que el cuento no es así… Déjame ver (sigue leyendo él) “El Lobo no podía permitir que Blancanieves fuera más bella que su novia, Caperucita. Caperucita y el Lobo se conocieron una tarde cuando se cruzaron en un camino. Ella llevaba una caperuza roja preciosa, y surgió entre ellos el amor a primera vista. Esa tarde ella iba a llevar manzanas a su tía, la Reina Malvada. La Reina Malvada tenía una tienda en el centro del bosque, una frutería, donde vendía todo tipo de frutas y verduras envenenadas para acabar con tus peores enemigos. Así que El Lobo acudió a ella para pedirle unas uvas para envenenar a Blancanieves”
Lobo - ¡Qué cara está la fruta, Reina! Si es que esta crisis nos va a traer a todos de cabeza…
Mago (Le quita el libro al ayudante y lo cierra)
- ¡Así no es la historia! ¡Se han mezclado el cuento de Blancanieves y el de Caperucita Roja! Pero… ¿dónde están los siete enanitos? ¿Y el príncipe?
Ayudante (coge otro libro y comienza a leer)
- “Erase una vez que se era, tres hermanos cerditos que se fueron de casa, y decidieron cada uno construirse su propio hogar. El primero la hizo de paja, para poder acabar pronto e irse rápido. El segundo la hizo de maderas, ya que también quería aprovechar el tiempo en otros quehaceres. El tercero, más trabajador, la construyó de ladrillos. Y en la entrada puso un cartel enorme, con luces de neón, que ponía: “Discoteca El Cerdito Bailongo”. Todas las noches se llenaba de gente bailando hasta altas horas de la madrugada. Sus hermanos eran unos camareros estupendos, y tenían muy contenta a la clientela. Una noche llegaron siete enanitos a la discoteca…”
Mago
- ¡Con que ahí estabais! ¿Y la abuelita de Caperucita dónde está?
Ayudante
- “Érase una vez que se era, un príncipe muy apuesto que buscaba una princesa con la que casarse. Navegó los siete mares, alcanzó las más peligrosas cumbres, subió a las más altas torres, se enfrentó a los más temerosos villanos, hizo lo imposible por encontrar a esa bella dama con la que pasar el resto de su vida, pero no la encontró… Y cuando ya se daba por vencido, en el camino de vuelta a su casa, se sintió sediento, y entró en una pequeña cabaña, pidiendo un vaso de agua. Y entonces la vio, y se enamoró locamente. Vestía un camisón blanco hasta los pies, llevaba el pelo recogido con rulos, unas gafas de culo de vaso enormes, y la cara llena de arrugas. Sin duda alguna, la mujer más bella que jamás hubiera visto. Se arrodilló a sus pies…”
Príncipe (de rodillas ante la abuelita)
- Abuelita, ¿quieres casarte conmigo?
Ayudante
- “Y fueron felices, y comieron perdices. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.”
Mago

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